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Tips para gestionar las emociones de los niños.

Aquí tienes cinco tips prácticos para ayudar a los niños preescolares a gestionar sus emociones:

1. Nombrar las emociones: A esta edad, los niños a menudo no tienen las palabras para describir lo que sienten. Ayúdales a identificar y nombrar sus emociones. Por ejemplo, puedes decir: “Veo que estás muy enojado porque no quieres compartir tus juguetes” o “Parece que te sientes triste porque se acabó el juego”. Esto les da el vocabulario para comprender y expresar lo que están sintiendo.

2. Modelar el manejo emocional: Los niños aprenden mucho observando a sus padres. Si tú mismo manejas tus emociones de manera calmada y saludable, ellos aprenderán a hacer lo mismo. Por ejemplo, si te sientes frustrado, puedes decir: “Me siento un poco frustrado, pero voy a tomar una respiración profunda para calmarme”. Ver cómo los adultos gestionan sus emociones les enseña que está bien sentirse de cierta manera y que hay formas de controlarlo.

3. Enseñar técnicas de relajación simples: Introduce ejercicios sencillos para ayudar a los niños a calmarse cuando se sienten abrumados, como respirar profundamente. Diles: “Imagina que estás oliendo una flor (inhala por la nariz) y luego soplas despacito como si estuvieras apagando una vela (exhala por la boca)”. Repite este ejercicio varias veces hasta que se convierta en un hábito que puedan usar cuando lo necesiten.

4. Crear un espacio seguro para expresar emociones: Asegúrate de que tu hijo sepa que está bien sentirse enojado, triste o frustrado. Usa un enfoque de validación emocional: “Entiendo que estás enojado porque no pudimos ir al parque hoy. Es normal sentirte así cuando algo no sale como esperabas”. Validar sus sentimientos les da confianza para expresarlos sin temor al rechazo o al juicio.

5. Establecer rutinas y expectativas claras: Los niños pequeños se sienten más seguros y pueden manejar mejor sus emociones cuando tienen rutinas predecibles. Establecer horarios regulares para comer, dormir y jugar les ayuda a sentir que tienen control sobre su entorno, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad. Además, tener reglas claras sobre lo que es aceptable y lo que no lo es, les ayuda a saber cómo manejar situaciones difíciles.

Fomentar estas prácticas de manejo emocional desde una edad temprana ayudará a tus hijos a desarrollar habilidades de autorregulación y empatía que les serán útiles durante toda su vida.